El control de la corrosión en la industria es una de las preocupaciones más comunes para los diferentes sectores. Afecta a la mayoría de la materia prima y de los equipos utilizados a diario. Principalmente a aquellos formados por hierro, aunque también a materiales no ferrosos o materiales orgánicos, entre otros.
La corrosión se define como el proceso de deterioro de un material a causa de una influencia electroquímica, química o de erosión, provocada por el entorno.
Este proceso se produce por la influencia de muchos factores como la temperatura, la humedad, la radiación social, partículas contaminantes, el pH,…
Tipos de corrosión en la industria
De acuerdo con el material en el que se producen existen distintos tipos de corrosión:
Corrosión general o uniforme
Esta corrosión produce el adelgazamiento parejo de un material cuando se va perdiendo paulatinamente el metal superficial del mismo. Este tipo se subdivide en otros tipos: atmosférica, galvánica, de metales líquidos y de altas temperaturas.
Corrosión localizada
Esta corrosión se produce en áreas discretas de la superficie del material. Se subdivide en corrosión por fisuras, por picadura, por fricción o microbiológica.
Medios para luchar contra la corrosión
Principalmente, para el control de la corrosión en la industria se debe aislar el material del medio que lo rodea a través de recubrimientos. En el caso de que no sea posible aplicar estos recubrimientos, se pueden emplear otros materiales como aceros inoxidables o fibras de vidrio.
Los recubrimientos son procesos de acabado en un trabajo determinado que ha pasado por una etapa anticorrosiva y pueden ser aplicados tanto en superficies interiores como exteriores.
Su objetivo es aumentar la resistencia, durabilidad y estética de superficies de materiales como acero, hierro o aluminio. Proporcionan beneficios como la prolongación de vida de los equipos, la eliminación o sustitución de metales costosos, la reducción del mantenimiento, la prevención de la contaminación por migraciones en la producción o la optimización de transporte.
Para los casos en los que se considere técnica o económicamente inviable la fabricación de un refuerzo estructural en material FRP, son de gran utilidad los revestimientos anticorrosivos. Se trata de soluciones anticorrosivas con laminado FRP y liner de material termoplástico que se colocan generalmente en estructuras de hormigón o acero.
PH Technology realiza dos tipos de soluciones para los revestimientos anticorrosivos industriales en función de la naturaleza del fluido de operación y la temperatura:
Laminado FRP formulado a base de resinas epoxi vinilester
Permite la realización in-situ de revestimientos resistentes hasta 120ºC (límite fijado por la estabilidad de la resina elegida frente al medio y temperatura de diseño). Se utiliza principalmente en la aplicación de revestimientos en superficies de hormigón o acero de grandes dimensiones.
Liner de material termoplástico, generalmente fluoropolímero
Permite temperaturas de operación más elevadas, debido a la estabilidad de los propios materiales. Se utiliza principalmente en la fabricación de revestimientos sobre equipos de acero y es aplicable en caso de recipientes de hormigón de dimensiones medianas.
Por otro lado, es importante destacar el uso de revestimientos en sistemas de transporte de líquidos corrosivos. En este caso, los materiales plásticos resistentes a sustancias químicas suponen un gran aliado tanto por su resistencia como por su versatilidad para fabricar todos los accesorios estándar y/o personalizados que se necesitan para la instalación de un sistema de tuberías. No solo es importante el transporte de este tipo de fluidos, sino también su proceso y almacenamiento.
