Como material compuesto, el FRP obtiene sus propiedades en base a la combinación de los materiales base que lo componen:
- refuerzo, fibra de origen orgánico o inorgánico, responsable de la resistencia mecánica. De manera habitual, el tipo de refuerzo utilizado es la fibra de vidrio debido a sus elevadas propiedades mecánicas y a su reducido coste. Frente a medios de muy alta agresividad, la fibra de carbono puede ser utilizada parcialmente en estratos del laminado en contacto con el medio (su uso no es más extendido debido a su elevado costo frente a la fibra de vidrio)
- matriz, resina polimérica de tipo termoendurecible estable, que aporta su resistencia a la corrosión. El comportamiento adecuado de un componente fabricado en FRP expuesto a un medio corrosivo se basa fundamentalmente en la correcta selección de la resina correspondiente
Además de los elementos básicos arriba descritos, existen otros tipos de aditivos que pueden ser utilizados en la fabricación del FRP para potenciar determinadas propiedades adicionales, como pueden ser:
- retardantes de llama
- cargas (para aumentar la rigidez)
- agentes desaireantes
En definitiva, la gran variedad de elementos que pueden conformar estos materiales compuestos ofrece la consecuente diversidad de posibilidades del producto final, con el objeto de cumplir con los requisitos más exigentes. La composición básica de un laminado de FRP se refleja en la siguiente figura:
- gel coat, capa de resina pura responsable de un acabado fino en la superficie en contacto con el molde
- barrera química, capa de alto contenido en resina responsable de la integridad de la totalidad del laminado frente a la corrosión
- pared estructural, capa de alto contenido en fibra responsable de la resistencia mecánica y rigidez
- terminación, capa de alto contenido en resina responsable de la integridad de la totalidad del laminado frente a la intemperie