El ácido sulfúrico presenta muchos beneficios para todo tipo de industrias. Es un elemento especialmente utilizado en la industria química para la fabricación de productos químicos industriales. Al mismo tiempo, también es común en otras industrias como la industria petroquímica, la producción de fertilizantes en la industria agrícola o en industrias como la maderera, la del papel, textil o farmacéutica.
Ácido sulfúrico en el sector industrial
El ácido sulfúrico es un compuesto químico altamente corrosivo muy producido en todo el mundo gracias a sus numerosas aplicaciones. Su volumen de producción es tal que sirve incluso para medir la actividad industrial de un país.
Este compuesto está formado por dos átomos de hidrógeno uno de azufre y cuatro de oxígeno (H2SO4). Se trata de un líquido aceitoso y viscoso de un color amarillento con capacidad para disolverse en el agua y con gran efecto deshidratante, por lo que puede utilizarse para el secado de gases y líquidos.
Problemas y peligros del ácido sulfúrico en la industria
Es precisamente por su alto nivel de corrosión y de reacción por lo que el ácido sulfúrico debe manejarse con mucha precaución y siempre bajo la supervisión de profesionales.
Supone altos riesgos para la salud de los trabajadores. En el caso de contacto con la piel, puede provocar quemaduras químicas graves y en el caso de contacto con los ojos un daño permanente en la visión o ceguera. Además, inhalar los gases que desprende puede generar problemas respiratorios.
Pero no solo puede causar daños para las personas, también supone un problema en los equipos. Es un químico que puede ser combustible en combinación con otros materiales incluido el agua, provocando incendios o incluso explosiones.
Por otro lado, el ácido sulfúrico causa contaminantes en su combustión y emite a la atmósfera tanto SO2 como vapor de ácido sulfúrico. Esto puede originar suponer problemas también para el medio ambiente.
Opciones de almacenamiento de ácido sulfúrico en la industria
En la medida de lo posible, el ácido sulfúrico debe ser manejado totalmente en un sistema cerrado como son los tanques. Existen 3 tipos de materiales que pueden almacenar ácido sulfúrico:
Acero
El acero inoxidable es un material altamente flexible, resistente y fácil de trabajar. Los tanques de acero permiten almacenar el ácido sulfúrico al 98%. Si se quiere almacenar ácido con otra concentración, deberá protegerse el tanque con algún revestimiento interior que puede ser de polietileno. Esto garantiza una amplia resistencia a este tipo de ácidos.
Los tanques de acero inoxidable están sujetos a condiciones de exigencia extrema, ya que enfrentan fluctuaciones de temperatura mientras mantienen contenidos altamente corrosivos y soportan altas presiones.
Plástico reforzado con fibra de vidrio
El plástico reforzado con vidrio también es un material ligero, resistente y fácil de moldear. Los tanques que utilizan este tipo de material están formados por numerosos revestimientos interiores y una capa estructural compuesta por fibra de vidrio molida y resina. Este material es uno de los principales entre los plásticos técnicos de calidad para la industria química.
Polietileno
El polietileno es un material elástico, reciclable y que resiste ante la presencia de ácidos, por lo que es de gran utilidad para este tipo de almacenamientos. Los tanques de polietileno pueden ser lineales o de alta densidad (reforzados). Los plásticos resistentes a sustancias químicas están diseñados específicamente para ello.
Cómo elegir la mejor opción de almacenamiento de ácido sulfúrico
Existen algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de elegir cuál es el tipo de almacenamiento más adecuado para las necesidades específicas del cliente:
- Compatibilidad química.
El ácido sulfúrico es un oxidante muy agresivo. Esto significa que puede reaccionar de diferente manera en función del material que se utilice en el tanque. Es también importante tener en cuenta su concentración (al 80% la naturaleza del químico de esta concentración no tiene los mismos efectos de oxidación).
- Peso químico.
En su concentración más alta, el peso químico del ácido sulfúrico puede ser hasta de 1.9 kilos por litro (el doble de peso que el agua). Para poder almacenarlo en estas condiciones, el tanque que lo guarde debe tener un grosor de pared para gravedad específica, ya que el peso químico de este compuesto pone a prueba la integridad mecánica de cualquier material.
- Sistema antioxidante.
Es importante comprobar que la resina utilizada en el tanque de almacenamiento provee un margen de seguridad adecuado. Para esto es importante verificar la clasificación de la tensión circunferencial y entender los índices de gravedad específicos.
- Sistema de contención secundaria.
Este sistema ayuda a mitigar los riesgos y peligros asociados con los derrames químicos y las filtraciones. Está formado por un segundo contenedor que previene de los derrames y que envuelve al contenedor primario en caso de que este falle y cause alguna filtración.
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